El uso diario y el consiguiente desgaste, hace que con el tiempo se acumulen depósitos como la carbonilla y la goma en el sistema de combustible y en el motor. Una vez que los residuos comienzan a acumularse, el rendimiento comienza a sufrir y el consumo de combustible aumenta, debido a que el proceso de combustión se ve afectado.
Los depósitos también restringen el suministro de combustible y afectan negativamente al patrón de pulverización de los inyectores, al igual que una regadera cuando los chorros están bloqueados por la cal. Los inyectores de combustible se obstruyen con finos depósitos que limitan el flujo de combustible.